Otra vez la burra al maíz

La hipercomunicación, es decir, el fenómeno que nos permite comunicarnos instantáneamente con todo el mundo y expresar nuestras opiniones trae consigo ciertos problemas y fenómenos que escapan de diversos controles, hoy en día se puede transmitir videos en vivo que den cuenta de desastres naturales, delitos, experiencias, opiniones y demás, el problema es que conviven entre sí informaciones que pueden distorsionar o desviar la atención de eventos realmente importantes, aunque desde luego cada quien es libre de hacer lo que quiera.

Anteriormente escribí la ignorancia empoderada, en donde daba cuenta de como cualquier persona puede opinar en internet y eso da lugar a que a la gente entre ella misma valide o convalide información carente de criterio, algo así como la libertad de expresión convertida en libertinaje, lo cual NO es malo, mucho se ha luchado para que todos disfrutemos de la libertad de expresión, el problema es que hay un detrimento de la calidad de las expresiones ajenas, porque ahora resulta que todo el mundo opina, todo el mundo sabe. He de insistir que lo que vivimos actualmente es la pérdida de la individualidad, muchos de los que escriben en internet simplemente reflejan las ideas que circulan en el inconsciente colectivo, en el internet, en los medios y en otros canales que no necesariamente son visibles, medibles o cuantificables.

Ahora, vayamos de lleno al tema, la «polémica» mars ha vuelto a abrir la boca y nuevamente ha llamado la atención de mucha gente al decir en resumidas cuentas que «los pobres» no deberían tener hijos. Ante lo cual me pregunto si esa idea es «suya» o hay alguien más (un «manager» por ejemplo) que esté detrás de ese tipo de exhibiciones que claramente buscan generar polémica, porque en internet tráfico es dinero. Creo sinceramente que hay un mecanismo que le dice a ella que decir o que temas tocar, no creo que sea una coincidencia que otra «youtuber» hiciese un video secundándola, pero me reservo mi derecho de ver el otro video, el primero ya es lo suficientemente decepcionante.

Entonces la «mars» propone que los pobres no deberían tener hijos y lo que me sorprende en primera instancia es la cantidad de personas que dicen babosadas como «tienes razón, pero debes suavizarlo», «tienes la idea pero está mal enfocada», «tienes razón en parte», o un comentario muy intelectual que decía «si hubieras ido a la escuela sabrías que hay algo que se llama ‘pragmática del lenguaje’ que sirve para decir las cosas sin ofender'», etc.

Y me sorprende lo anterior porque a mi parecer los comentarios de la «mars» son sumamente cuestionables y de hecho los cuestionaremos, pero en esta modernidad líquida (léase a Bauman) no hay un escrutinio de la literatura científica ni social ni nada, hay nada, solamente hay opiniones, que yo insisito que son opiniones ajenas, pero bueno, quizá eso lo abordemos en otra ocasión.

Ahora bien, la crítica:

«Los pobres no deberían tener hijos»: La niña dice esto y al hacerlo no se da cuenta de que propone normar o regular la vida de los pobres, ante lo que yo pregunto ¿Quién es ella para decirle a «los pobres» que hacer?. Claramente no es una socióloga. Aquí hay un problema serio porque ella pretende meterese con las garantías individuales, con el libre albedrío, con la soberanía de cada quien justificada en una serie de argumentos moralistas, como que «traen gente al mundo a sufrir» y cosas por el estilo. Y entonces vale la pena recordar ciertas cosas; primero que los derechos civiles costaron millones de vidas a lo largo de la historia y sería una pena que limitaramos las libertades de «los pobres» por irresponsables, dicho de otro modo sería terrible que como sociedad dijeramos «los pobres no deberían nacer».

Ahora, la gente continuamente olvida que es el estado y para que sirve, quizá porque algunos dicen que vivimos en un «estado fallido», pero el estado es precisamente el garante de que todas las personas nacidas bajo su soberanía gocen de ciertos derechos, por ejemplo a la salud, a una vivienda digna, a educación de calidad, etc. Y aquí es en donde tenemos un problema serio, porque si el estado funcionara, en teoría los pobres no tendrían porque preocuparse más que de ser felices y pagar impuestos y si los pobres fuesen tan malos como para no trabajar ni pagar impuestos, aún así debería haber orfanatos que garanticen el sano crecimiento de los niños, por lo que nuevamente «en teoría» y solo «en teoría» si el estado funcionase el crecimiento de todos los niños hijos de padres pobres o «ricos» debería ser «de calidad» para todos.

Entonces para gente muy extremista el problema del desarrollo infantil no es un tema que los padres deban llevar por si mismos, sino es una cuestión estructural, una cuestión de estado, de sociedad, etc., no vivimos en la selva como para que cada pareja que tenga hijos «se las arregle como pueda», el orden institucional debería cooperar con ello, aunque no es del todo así.

El problema obviamente son las ideas de corte normativo que pretenden establecer a través de la ética, la moral y otros principios cómo se deber vivir la vida y aquí es donde conviene leer al genial Foucault y su concepto de biopoder, lo cual es demasiado complejo para abordar en un artículo, quizá necesitaríamos un capítulo de libro para explicar las relaciones entre el estado y la natalidad de los pobres.

Un punto que me resulta especialmente interesante es la ausencia de «consciencia», recordemos que «la mars» se dio a conocer con una frase «he tomado la decisión consciente de salirme de la preparatoria», sin embargo sabrá Buda que entiende ella por consciente, porque en su primer planteamiento decía algo así como que el sistema retrógrada lleno de borregos te decía que tenías que estudiar la primaria, la secundaria y la preparatoria para finalmente estudiar lo que tú quisieras estudiar, pero ese sistema «opresor» al parecer si es bueno o sería bueno para decirles a los pobres que si no tienen una vivienda digna, un empleo estable, un automóvil y dinero para cualquier eventualidad, no deberían tener hijos. ¿Qué pasó ahí?, ¿Por qué sería bueno «saltarnos» el sistema educativo y no sería bueno saltarnos el sistema «moral» al momento de procrear a un individuo?

¿Quienes son «los pobres»? Otro asunto que nadie cuestiona en las redes sociales es el relacionado a la pobreza, según la coneval, en México hay 55 millones de pobres, algo así como la mitad o casi la mitad, no me interesa la cifra exacta, sino «la realidad» y esta es que en México practicamente todos somos pobres, bueno sólo 55,000,000, lo que significaría más o menos que todos esos mexicanos NO deberían tener hijos, según «la mars». Aunque yo creo que la realidad es mucho peor, por ejemplo un artículo de Oxfam revela que ocho personas poseen la misma riqueza que la mitad más pobre de la humanidad, lo que me lleva a pensar que en términos de dinero, quizá el 80% de la población NO debería tener hijos, dicho de otro modo, el que tengas para una casa, un auto y demás no te hace rico, debido a que la desigualdad y la estratificación de la sociedad moderna ha creado verdaderos monstruos, podemos leer por ejemplo en una economía para el 99% como el 1% de la población mundial tiene más dinero que el resto junta (valga la redundancia), entonces «mars», nosotros el 99% ¿deberíamos o no tener hijos?.

Y cabe preguntarnos, ¿Qué es la pobreza?, obviamente es la ausencia de riqueza, pero la gente tiende a pensar que se refiere sólo a lo monetario, lamentablemente también hay pobreza cultural e intelectual, sin embargo aquí mi propuesta es simple: la pobreza es el resultado de un problema estructural. Una vez leí que el mundo produce suficientes alimentos como para alimentar a todos, pero el problema es que muchos se tiran y obviamente cuestan, por lo que lo que un supermercado tira aquí no puede alimentar a los pobres niños africanos. Pero bueno la modernidad a lo que más ataca es algo así como que los pobres son pobres porque quieren, porque no estudian, porque no trabajan, etc… Y aquí quiero ser redundante, nuevamente es el estado el que debe proveer de educación y si el estado funcionase seguramente habría empleos, bienestar y demás. Por otra parte el problema de la pobreza es complejo y ha acompañado a la humanidad durante mucho tiempo, ¿Sería realmente tan fácil erradicarla simplemente «capando» a los pobres? Estoy convencido de que no, creo firmemente en que el problema es estructural y mientras que no se eliminen las desigualdades sociales, culturales y no haya un acceso parejo al empleo, a la educación y demás, seguiremos viendo estas profundas desigualdades, pero de esto ya se habla mucho, sólo que la gente le encanta olvidarlo, supongo que es más fácil «pendejear a los pobres».

Dicho sea de paso… todos los economistas y trabajadores sociales y demás que luchan contra la pobreza pueden renunciar a sus cargos, «la mars» ya encontró la solución.

Preguntas aleatorias:

¿Que pasaría si la cura del cáncer estuviera encerrada en la mente de alguien que no tiene para comer mañana?

¿Como sería el mundo si mañana desaparecieran «los pobres»?

El estado es uno de los principales reguladores de la educación, ¿Debería también regular nuestros derechos reproductivos?

¿Por qué el sistema retrógrada no debería poder decirte como debes estudiar pero si si debes o no reproducirte?

¿Muerto el perro se acaba la rabia? ¿Sin pobres dejaría de haber pobreza?

Por último vale la pena ver la película un mundo maravilloso.

Análisis sobre «La Mars Aguirre»

Tenía mis dudas sobre si escribir este artículo o no, por su naturaleza personal, pero creo que la naturaleza política de la situación lo amerita. Este artículo no tiene el objetivo de «atacar» a la Mars, aunque es evidente que de algún modo las palabras tendrán ese destino, es un efecto que la modernidad pretende negar: les llaman daños colaterales. Hoy en día así pasa; la modernidad rige nuestra vida y las consecuencias las pagamos aunque indirectamente.

Empecemos citando algunas palabras de «La Mars»:

Hola, yo soy La Mars, tengo 16 años y hace unos días tomé la decisión consciente de salirme de la preparatoria…

… francamente estoy hasta la madre del pinche sistema pendejo retrógrada en el que hemos estado sumergidos por toda nuestra vida…

… en el cual el maestro se cree la gran verga por ser literal el cuidador de una guardería al que llamamos preparatoria…

… ¿Por qué no empezamos a hacer lo que queremos desde ahora?…

… pero no seas una oveja del sistema…

… no trates de impresionar, no trates de encajar.

Mi primera propuesta es «la Mars es otro producto de la modernidad», NO se trata de una persona, no se trata de un individuo, se trata de un producto, justamente lo contrario de lo que ella proclama, es un elemento del sistema que no se siente cómoda en el sistema, pero que no puede dejar de ser parte de el.

Y lo podemos ver por su discurso, empieza por una frase interesante «tomé la decisión consciente de salirme de la preparatoria», lo cual es característico de la modernidad, se trata de decir las cosas de un modo bonito, de usar eufemismos, palabras y términos complejos, tengan coherencia o no, se trata de usar palabras como razonar, discernir, escrutar, disentir, reflexionar y darles un contexto adecuado, hoy en día el mundo está lleno de discursos bonitos que ocultan una verdad, en este caso se exhibe que La Mars critica al sistema pero hace uso de su lenguaje, no es una coincidencia que los comerciales del gobierno digan frases como «ahora aprendamos a aprender», del mismo modo en que esta chica actúa «conscientemente». Lo peor es que conforme avanza el discurso se nota la ausencia de algún argumento que sostenga porque su decisión es consciente, además de que menosprecia y demerita el término, el uso de la consciencia puede ser usado por una chica de 16 años que decide dejar la prepa. Como señalé en mi artículo la ignorancia empoderada, un fenómeno curioso de la modernidad es que todo el mundo proclama ser inteligente, todo el mundo puede consciente, todos son críticos de cine, todos son politólogos, todos son expertos, sólo tienen que usar el lenguaje apropiado.

Continuamos con el sistema pendejo retrógrada y encontramos una gran verdad: el sistema es retrógrada, pero esta niña no distingue entre «el sistema» y «el sistema educativo», no tendría por qué, pero valdría la pena, el primero es el padre del segundo y están estrechamente ligados, en este caso ella mezcla ambos sistemas como si fueran uno solo y vamos a aceptar esa propuesta y a realizar el análisis de ese modo.

Y aquí encontramos una piedrecita muy molesta en el zapato, la cual es cierta: somos esclavos de un sistema retrógrada que efectivamente nos que dice que debemos hacer para ser felices, nos dice que no debemos hacer, nos señala como debemos conducirnos en sociedad, etc. Ese mismo sistema nos califica, a la vez en que se supone que nos capacita, es un sistema complejo y la Mars con su video nos hace caer en una verdad muy incómoda que sería algo así como «son pendejos los que estudian y siguen al sistema», yo creo que por eso mucha gente instantáneamente se convirtió en su «hater», porque ella toca una fibra muy sensible, de golpe y porrazo llama borregos a toda una población a la que le costó mucho trabajo tener un buen empleo, un título universitario y demás… Ella llega y desacredita a toda esa gente, pero ¿Quién es ella? yo diría que es la ignorancia empoderada y un producto de la modernidad, una persona que seguramente tiene muchos talentos, pero criterio nulo y una anulada capacidad de superarse porque pretende ser libre por la vía de la modernidad, algo que no es posible.

Y no es posible porque la modernidad llegó para destruir las estructuras sociales, las estructuras morales, la modernidad permite que todos estudiemos en línea a la vez en la que nos convierte en entidades invisibles, invisibles porque es muy difícil imprimir nuestra estampa/huella en internet, invisibles porque diferenciarnos en internet es ser una aguja en un pajar de información, invisibles porque en internet todos somos genios, todos somos sabios, el espacio interindividual es inexistente. En un debate te puedes encontrar con fanáticos religiosos y ufologos discutiendo sobre un solo tema, es en cierta forma la guerra civil (concepto que abordaremos recurrentemente en este blog).

Pretende ser libre por la vía de la modernidad… Es decir, busca el reconocimiento de lo que hace a través de internet, invita a la opinión pública a participar, expone sus pseudo-argumentos a través de internet como diciéndole al mundo «Estamos mal en esto de la educación y sólo yo me estoy dando cuenta de ello», como si ella fuera la primer persona y única en notarlo, pero como buen producto de la modernidad omite a los demás, omite a los otros, los anula, para ella no hay Robespierre, Montesori, Edgar Morin, etc… El sistema está mal y no importa lo que hayan dicho otros teóricos de la educación o el estado, ella es la que denuncia, la que va a ir en contra, ella sola, ella es la oposición. Así es la modernidad, entidades que creen que viven una experiencia única de vida sin ningún otro referente… Dicen que aquel que no conoce la historia está condenado a repetirla, ella vive una historia que se ha contado muchas veces, pero que se ha contado de una forma masiva gracias a internet, vieja pero nueva.

Y bueno, el problema es que al igual que muchas personas, ella critica sin ofrecer soluciones y ni siquiera sabe que es lo que crítica o enfoca su crítica sobre algo,  ella no cuestiona los exámenes o los contenidos o los procesos de evaluación o formación o los planes de estudio, solamente habla de la actitud de los maestros y aunque tiene razón, eso es nada comparado a los problemas que tiene el sistema educativo. Tampoco dice que es lo que quiere hacer de su vida o que es específicamente aquello que el sistema le impide hacer, es oprimida pero no dice de que forma o hacia que dirección, de ahí que algunos califiquen el asunto como un berrinche.

El asunto es también como las personas tratan desesperadamente de buscar la diferencia, buscan no ser ovejas, buscan ser diferentes, al final es lo mismo: buscan ser reconocidas. La opresión del sistema la sentimos todos por igual, pero hay quienes creen que el discurso puede operar en contra de ella por sí mismo. Ser diferente en realidad es mucho más complicado, pero hay quienes creen que basta con seguir usando un discurso radical para efectivamente ser diferente, en la política basta con decir «rechazo categóricamente cualquier asociación con XXX».

Todo esto nos translada a un momento curioso, veamos el siguiente video acompañado de su descripción :

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Mars dice «la gente rata suele robar mis en vivos», se me hace curioso como del mismo modo ataca a Adela Micha (una «periodista») diciendo que se quería colgar de su fama, al parecer la idea de Marcela de ser libre y dejar de ser una oveja del sistema pasa por ser algo así como una «influencer» (lo que quiera que sea eso) y vivir de su imagen, así, sin más, internet lo permite y es valido. Pero ahora Marcela es una víctima de robo, le roban sus videos para monetizarlos, curiosamente el sistema es el encargado de vigilar que no haya plagios, el mismo sistema que ella ataca es el encargo de vigilar y castigar 😉 estos asuntos.

La conclusión de esta historia es la falta de individualidad, el poner sobre la mesa el hecho de que la gente quiere escapar de esta sociedad, de esta modernidad, de este sistema, de esta matrix, pero no sabe cómo y peor aún, se atreve a decir y hacer cosas que tienen trasfondos interesantes, en este caso, ella maneja un discurso anti-sistema pero de anti-sistema tiene nada, de original tiene nada…

Esta chica es la personificación de muchas personas que en tiempos anteriores no tenían las herramientas para comunicarse masivamente, más un discurso que siempre está volando, el discurso de la modernidad, en donde cualquiera puede decir «he tomado la decisión consciente» o cosas como «después de reflexionar objetivamente, he decidido…» o «He analizado los pros y los contras de esta situación y creo que …», es decir, la modernidad nos ha enseñado a acomodar palabras para que suenen bonitas, congruentes, interesantes, coherentes y demás pero sin contenido alguno, se trata de intentar legitimar ideas, planteamientos, berrinches.